Ahorro energético, probablemente uno de los asuntos del que más se habla en los últimos años. Existen muchísimos datos disponibles, estudios de todos tipos, clasificación de diferentes sistemas. Pero incluso para personas del sector es una marea de datos e información que resulta difícil comparar. Cada estudio o sistema se realiza en unas condiciones muy específicas, los estándares de cada sistema son diferentes y difícilmente comparables entre ellos. En resumen, existen muy pocos datos que permiten la comparación en condiciones iguales de diferentes sistemas.

En este artículo, os proponemos una comparativa real de consumo de una vivienda con dos sistemas de calefacción diferentes, antes y después de una reforma integral en el cual no se ha modificado ni cerramientos, ni aislamientos. La vivienda sigue ocupada con las mismas personas con el mismo patrón de uso. Así que los datos de consumo permiten comparar realmente sin intervención de otros parámetros externos, la eficiencia energética de ambos sistemas de calefacción.

Características del apartamento y de la instalación: Se trata de un piso de superficie útil 105 m2 de construcción de finales de los 90s, todo exterior con fachadas con orientaciones Nordeste y Noroeste. Se hizo una reforma integral del interior del apartamento, sin tocar ni cerramientos, ni aislamiento. Se sustituyo calefacción con caldera de condensación de alta gama y radiadores por sistema de suelo radiante eléctrico en todas las estancias. Se instalaron mantas de cable Ceilhit de potencia superficial 120 – 150 y 180W/m2 con una potencia total instalada de 7,2 kW. La regulación se realiza con ocho termostatos TFT Wifi (uno por zona). El coste total de la instalación es de unos 6.000 € con los materiales (incluyendo aislante de suelo, mantas calefactoras, banda perimetral, termostatos Wifi) y la instalación y configuración de los termostatos.

Se puede observar después de 2 años enteros de funcionamiento un ahorro substancial en el consumo energético total de la vivienda, en torno a un 25% (pasando el consumo total promedio de unos 9000 kWh/año a menos de 7000 kWh/año). En cuanto al consumo energético únicamente de la calefacción, la reducción es aún más importante, y entorno al 35% (el resto de consumos energéticos (agua caliente sanitaria y consumo eléctrico corriente) siguiendo igual).

La eficiencia del sistema de suelo radiante proviene de una mejor transmisión del calor y una distribución optima de las temperaturas. Además, el uso de termostatos independientes por estancia y con conectividad Wifi permite la regulación de la calefacción de manera totalmente adecuada a las necesidades en cada estancia y en cada momento. Además del ahorro energético, esto permite mantener en todo momento un nivel de confort optimo en las diferentes estancias de la vivienda.

Por otra parte, cabe destacar también la importancia de la instalación del suelo radiante en la fase de proyecto de la reforma de la vivienda. El suelo radiante eléctrico ha permitido también en este caso, la realización de espacios abiertos y libres de radiadores, dando total libertad al diseño y la funcionalidad, manteniendo el confort térmico en todo momento en todas las estancias.