Los sistemas de calefacción por suelo radiante son muy eficientes ya que el calor se distribuye de manera suave y homogénea con una temperatura baja de entre 27 y 29 grados en la superficie del suelo. La distribución del calor en la altura de la estancia es óptima, evitando así tener que sobrecalentar aire que se ira a proximidad del techo como con sistemas de convección de aire caliente (radiador, convector, bomba de calor, …)
Además, podemos controlar de manera independiente cada estancia o zona, para que funcione sólo lo que necesitamos, cuando lo necesitamos y con distintas temperaturas, para ajustarnos al máximo a nuestras necesidades.
Porque todos somos distintos, nuestras necesidades también lo son y nuestros sistemas permiten adaptarse a cada una de ellas.
