Se han realizado numerosos estudios sobre el confort térmico y existen muchas recomendaciones/publicaciones sobre las condiciones necesarias para alcanzar dicho confort térmico. Se ha identificado un rango amplio de temperatura (17ºC a 27ºC) e higrometría (entre 30 y 70%) de ambiente para alcanzar el confort térmico. Pero en cada caso dependerá de varios factores, entre otros la sensibilidad personal, la actividad física y la vestimenta. Además, en todos los estudios, se destaca como uno de los principales factores de la insatisfacción térmica lo que se conoce como incomodidad térmica local resultante de un calentamiento o enfriamiento indeseado de una determinada parte del cuerpo. Las cuatro causas principales de dicho inconfort son:

  • Las corrientes de aire
  • Las diferencias verticales de temperatura (diferencia de TºC entre cabeza y tobillos)
  • La asimetría de planos radiantes
  • El contacto con superficies frías o calientes

Para todos estos factores que afectan al confort térmico, la calefacción radiante eléctrica permite aportar las soluciones más eficientes.

Respecto a las condiciones generales de temperatura e higrometría, la calefacción radiante eléctrica permite ajustar en cada zona y de manera muy reactiva la temperatura a las necesidades reales en cada sitio:

  • Ajuste de temperatura independiente en cada estancia de la casa. Las temperaturas de confort en un salón, una habitación y un cuarto de baño tienen que ser diferentes y deben poder ajustarse según el momento, la ocupación, etc…
  • Ajuste de temperatura por zonas en oficinas. Suelen ser espacio abiertos de amplia superficie con necesidad de aportación de calor cambiante de una zona a otra que solo se puede conseguir con sistemas radiantes. Además, los paneles radiantes de bajo consumo entre 100W y 270 W permiten ajustar el sistema a las necesidades y sensibilidad de cada persona.

Pero, además, los sistemas radiantes eléctricos permiten evitar cualquiera de las causas de incomodidad térmica local.

  • Sin corriente de aire: Los sistemas radiantes a diferencia de los sistemas convencionales de convección de aire caliente (radiadores, convectores, bomba de calor) no utilizan la convección del aire para trasferir el calor, y así reducen la circulación de aire en la estancia.

  • Diferencias verticales de temperatura mínimas: Los sistemas radiantes eléctricos no generan una importante estratificación térmica de las temperaturas. El estudio realizado por el laboratorio UCEEB (University Center for Energy Efficient Buildings) de la Universidad Politécnica de Praga demuestra claramente la diferencia entre los sistemas por convección que generan importantes diferencias de temperatura en las diferentes alturas de la estancia frente a los sistemas radiantes con un perfil de temperatura mucho más homogéneo. Los sistemas radiantes presentan una diferencia de temperatura entre cabeza y tobillo muy inferior a 1ºC frente a una diferencia de más de 2.5ºC para sistemas de convección de aire caliente.

  • Asimetría de temperatura reducida: Por supuesto los sistemas de suelo o techo radiante, son los que proporcionan mayor confort en este sentido. Todo el suelo (o techo) se transforma en un emisor a muy baja temperatura, similar a la temperatura de la piel proporcionando un equilibrio térmico ideal y distribuido homogéneamente en toda la estancia. Además, los sistemas radiantes eléctricos permiten alcanzar un equilibrio térmico rápido, calentando directamente los cuerpos sólidos (paredes, muebles, etc…), disipando rápidamente cualquier incomodidad que podría haber por asimetría de planos radiantes.
  • Contacto con superficies templadas: Finalmente y por la misma razón que en el punto anterior, los sistemas radiantes eléctricos calientan rápidamente los cuerpos sólidos de la estancia (mesas, paredes, suelos), los cuales alcanzan rápidamente una temperatura templada evitando así cualquier incomodidad por contacto con superficies frías.

Además, en el caso del suelo radiante eléctrico, este mismo está a una temperatura de entre 24 y 27ºC, rango identificado como idóneo en todos los estudios realizados sobre la satisfacción de las personas.